En el ojo, el cristalino es una lente natural cuya función es enfocar los rayos de luz en la retina. Ha de ser completamente transparente, como el “cristal”, para poder dejar pasar la luz. Con el paso de los años el cristalino envejece y pierde su función de enfocar los objetos cercanos (apareciendo la presbicia o vista cansada) perdiendo progresivamente su transparencia hasta opacificarse, formándose la catarata.
La operación de catarata consiste en la sustitución del cristalino, que ha perdido su transparencia habitualmente como consecuencia de la edad, por una lente intraocular artificial. Si se implanta una lente intraocular multifocal, en la misma intervención además de eliminar la catarata se corrigen otros problemas visuales que obligan a usar gafas, como la presbicia, miopía, hipermetropía o el astigmatismo.